martes, 29 de enero de 2013

UNA OFRENDA GRATA PARA DIOS

En Éxodo 25:1-9 (La ofrenda para el tabernáculo) se nos habla de cómo Dios se revela a Moisés en el monte Sinaí y le dice que necesita que el pueblo le dé una ofrenda de materiales para la construcción del tabernáculo.

Dios quiere estar con nosotros. El tabernáculo de reunión era un mensaje para su pueblo y para la humanidad; y una profecía cumplida en cada especificación y detalle en Jesús. Note que la ofrenda era voluntaria, la ofrenda es símbolo de renuncia, al hacerlo demostramos a Dios que nuestro deseo es que Él esté con nosotros, así como es su deseo habitar en medio de nosotros (v. 8).

Nuestra ofrenda es un mensaje dirigido a Dios que dice que queremos estar con Él, pero es de corazón no por imposición. Dios demanda que nuestras ofrendas sean hechas de corazón y voluntariamente; Él no quiere un amor fingido y desleal. Si bien es cierto que amar a Dios es un mandamiento, este amor ha de ser sincero.

¿Cómo decimos que amamos a Dios y no le damos lo mejor de nosotros?. Abel le dio lo mejor a Dios y, si queremos agradarlo, debemos hacer lo mismo. No solo ofrendamos dinero, también ofrendamos tiempo y esfuerzo. La ofrenda debe ser de corazón porque debe nacer del deseo sincero de estar con Él y de un amor incondicional (Mateo 22:37). ¿Es posible amar a Dios con todo y aún así no ofrendarle lo mejor de nosotros, ni el deseo de que esté con nosotros?

Cuando estás dando a Dios las primicias de tus frutos con amor y gratitud, cuando estás diezmando y ofrendando con amor y felicidad para la obra de Dios y para la bendición de sus siervos, cuando estás sacando de tu tiempo para estudiar la Palabra y para conocer mejor a Dios, cuando das lo mejor de ti mismo para servirle; ENTONCES ESTÁS PRESENTANDO UNA OFRENDA GRATA PARA DIOS.

DIOS TE BENDIGA
MINISTERIO INFANTIL
COMPROMETIDOS CON EL CAMBIO
"porque nada hay imposible para Dios."
Lucas 1:37

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