La paz es la consecuencia natural de un corazón que confía en Dios. La paz hace referencia a un corazón apacible y tranquilo, que goza de una seguridad infinita a partir de su confianza en su Creador. La paz se relaciona directamente con la confianza y la seguridad. Es la reacción natural a confiar y descansar en vez de afanarse y angustiarse. A medida que crece, la persona aprende a desconfiar y a no depender de nadie; por esta razón surgen fenómenos atípicos a la naturaleza humana como el miedo y la inseguridad. Una persona que ha recibido en su corazón al Espíritu Santo aprende a confiar en Dios como su Padre y su Pastor y puede disfrutar de la seguridad que Él ofrece.
El salmo 23 nos brinda una maravillosa experiencia que relata lo que significa la paz. En el primer versículo David dice: "Jehová es mi pastor; nada me faltará" Este versículo expresa la confianza y la paz que David tiene al vivir bajo la protección de Dios.
La paz no implica silencio externo sino silencio interno. Es decir, la paz no significa estar en un lugar alejado de la ciudad donde no se ecucha ningún sonido urbano; sino que implica la confianza que tiene el corazón de un hombre que descansa en Dios, sin importar las circunstancias externas que esté viviendo.
Constantemente, la palabra de Dios nos enseña a no estar ansiosos sino a poner nuestra confianza en Él. Algunos versículos que hablan de esto son: Mateo 6:25-34, Isaías 41:10, Josué 1:9, Filipenses 4:6-7, 1 Pedro 5:7.
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